En la tradición Budista, las Pagodas o Stupas son monumentos religiosos en forma de torre cónica que se erigen como símbolos de paz y armonía y que, consideradas como la manifestación sagrada de una mente perfecta, son el centro de las oraciones y peregrinaciones de devotos y practicantes. Asimismo, para el beneficio de todos los seres, las Pagodas protegen de los cinco grandes desastres de la guerra, las enfermedades epidémicas, el hambre, la polución y la pobreza.
Construidas en lugares auspiciosos, con una motivación altruista y con diseños específicos y las proporciones correctas, las Pagodas se levantan con materiales seleccionados, como la piedra, el ladrillo o el cemento, y se pintan de color blanco, amarillo e incluso de oro.
Entre sus rasgos arquitectónicos, destaca la plataforma de piedra, cemento o mármol sobre la que se asientan, alrededor de la cual los peregrinos realizan circunvalaciones sagradas. Sobre esta plataforma se erige la base de la Pagoda propiamente dicha, que puede ser cuadrada u octagonal y que puede tener varios escalones. Todas las Pagodas disponen en su interior, incluso en la base, de varias cámaras precintadas, alguna de las cuales se usan como estancia para practicar meditación.
Sobre la plataforma se asienta una estructura abombada llamada Bumpa, que simboliza los treinta y uno planos de existencia y en cuyo interior se introducen valiosos objetos que emanan la fuerza vital del cuerpo del Pleno Iluminado, tales como textos sagrados, reliquias de grandes maestros de la historia o tsa-tsas, que son pequeños modelos de Pagodas que contienen rollos de oraciones y que han sido elaborados con la recitación de mantras específicos.
En la escuela Mahayana, culminando la Pagoda se coloca una torre cónica, a menudo de tipo piramidal y de varios niveles de tamaño descendente (normalmente trece), sobre la que se sitúa un pináculo dorado en forma de sombrilla. Ésta suele coronarse con una joya que connota la iluminación, habitualmente en forma de luna –que simboliza la motivación Bodhiçitta para el beneficio de todos los seres− y sol −que significa sabiduría−. La consagración de la Pagoda culmina con su colocación.
Según la tradición, los distintos pasos que deben darse en el proceso de construcción de las Pagodas comienzan con la elección de un día auspicioso y con la bendición con oraciones y pujas del terreno escogido. También hay que preparar los recipientes y los objetos de valor que éstos contendrán. Siguiendo determinadas ceremonias, estos recipientes se depositarán en el interior de la Pagoda, que finalmente será consagrada.
Aunque en todo el Planeta existen miles de Pagodas, levantadas tanto en países asiáticos, como en diversos países de Occidentales, para la tradición Budista, y más en concreto para el Budismo Vajrayana, son ocho las Pagodas o Stupas que, por su vinculación con la vida de Buda, asumen el principal protagonismo. Estas ocho Stupas son la Stupa del Loto Floreciente del Nacimiento de Buda, La Stupa de la Iluminación, La Stupa del Giro de la Rueda del Dharma y las Muchas Entradas de la Auspiciosidad, La Stupa del Gran Milagro, La Stupa del Descenso desde el Cielo de Tushita, La Stupa de la Reunificación de la Sangha, La Stupa toda Victoriosa y La Stupa del Paranirvana, siendo esta última la representativa de los países de la tradición Budista Theravada.